Egocentrismo: Definición: Valoración excesiva de la propia personalidad que lleva a una persona a creerse el centro de todas las preocupaciones y atenciones.

  • El egocentrismo significa justo lo que dice: ¡Todo gira de mi alrededor! Relaciona todo lo que dice o hace consigo mismo.

El mal del hombre empieza con la impiedad. El origen del mal está en que el hombre le da la espalda a Dios, desatendiendo lo que Él dice en su Palabra, y seguido su propio camino. En otras palabras, en cuanto al afecto, la voluntad y la manera de vivir; el hombre decidió destronar a Aquél que solo es quien merece ocupar el trono de nuestras vidas.

El hombre no quiere que Dios reine sobre él. No es que el ser humano, al ir creciendo, llegue al momento de decir: He decidido que no quiero que Dios sea mi Rey. Más bien nacemos ya en esa condición. El egocentrismo ocupa el trono de nuestra vida desde nuestra concepción.

(Salmo 51:5) He aquí, en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre.  

David reconocía que la fuente de su pecado era su disposición caída, pecaminosa, que fue su condición desde que nació. 

Por eso, la impiedad, el rechazo de Dios y el rebelarnos a su Palabra están allí en el fondo de nuestro mal.

Por supuesto, cuando Dios es destronado, el trono no queda vacío. Echamos fuera al Dueño legítimo a fin de quedarnos nosotros mismos con sus derechos. Nos volvemos egocéntricos. Todos vivimos para nosotros. Pero la consecuencia es que, lejos de atender a los derechos de la creación de Dios y a los derechos de nuestro prójimo, sólo buscamos nuestros derechos. Destronar a Dios es darle el trono al yo; y al hacerlo, el yo conduce a la injusticia.

Pero, a la vez, todo ser humano necesita una identidad y una visión para su vida. Es decir, tiene que saber de dónde viene, a dónde va, quién es y cómo debe vivir. Tiene que saber por qué actúa como actúa. Necesita justificar su existencia y establecer reglas y criterios por los cuales vivir. El vacío creado por la incredulidad se tiene que llenar con algo. De ahí la diversidad de religiones. Si echamos fuera a Dios, ¿de dónde recibimos nuestro soporte ideológico? De la especulación religiosa o filosófica.

Por supuesto, la inmensa mayoría de personas no tiene una identidad, pues el enemigo y su misma separación con el Creador forma una cosmovisión mundana, tomando algunas ideas de acá, otras de allá, sin pretender una cohesión razonada y sin ver las muchas contradicciones e inconsecuencias que la caracterizan.

Se van defendiendo en la vida como pueden. Les basta con que el contexto social, la opinión de su familia, amigos, sus vecinos y compañeros y, sobre todo en nuestros días, los medios de comunicación, determinen lo que está bien y lo que está mal y formen su entendimiento de las cosas importantes de la vida.

Pero toda cosmovisión, ideología, filosofía o religión que no se centre en el Dios verdadero es, en última instancia, falsa. Por definición, si Dios existe y es nuestro Creador, toda manera de entender la vida que no le tiene a él por cimiento es errónea. Y, por lo tanto, cualquier alternativa que el hombre inventa en vez de Dios y de su revelación viene a ser una necedad, una insensatez.

Así pues, la necedad es otra consecuencia de la impiedad. La impiedad, por así decirlo, tiene dos hijas: la injusticia y la necedad; pero éstas, juntamente con su madre, forman las tres columnas sobre las cuales se edifica la vida del incrédulo. La necedad es aquella falta de sabiduría y entendimiento espiritual que es fruto inevitable de la impiedad.

(Romanos 1:23-25) y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.  

En el tiempo del apóstol Pablo la gente adoraba a esos “dioses”. En nuestro tiempo, la gente ya no adora las imágenes de animales, ahora el hombre se adora a sí mismo, adora el materialismo, buscan el éxito de la vida como un verdadero ídolo Aunque la gente no crea en Dios, busca creer en algo: filosofías, humanismo, religiones falsas, etc., pero al final de todo a quien adoran es a sí mismos y solo acomodan sus imágenes a su propia conveniencia.

El ejercicio mental será brillante, pero en el fondo sigue siendo una necedad. El temor del Señor es el principio de la sabiduría (Proverbios 1:7). Sin Dios, el hombre está condenado a vivir sobre la base de premisas equivocadas y cimientos endebles; y aun cuando sus elaboraciones sean brillantes, todo será una equivocación.

Pablo está diciendo que, antes de nuestra conversión, sea cuál fuere la filosofía o religión que seguíamos, tanto si éramos practicantes fervientes de alguna religión como si vivíamos despreciando toda religión, éramos necios al carecer de aquella única base segura para la vida que es la revelación de Dios.

(Efesios 4:17-18) Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón.

Nosotros, antes de la conversión, éramos así. No vivíamos según la sabiduría de Dios, sino conforme a alguna variante, de la insensatez.

Síntomas del egocentrismo:

  • Soberbia, orgullo, ira, auto-conmiseración, depresiones, tendencia a ofenderse y resentirse, rencor, berrinches, deseos de controlar, competencia y otros conflictos Dios le preguntó a Adán ¿Dónde estás tú? Dios continúa haciéndonos la misma pregunta a nosotros, debido a que existen numerosas áreas en nuestra vida que aún escondemos.
  • Las personas que se encierran en sí mismas, construyen una pared a su alrededor y viven en su propio mundo. Nuestro hombre interior tiene recámaras y muchos escondrijos internos. Muchas de estas recámaras aún tienen candados. Dios desea que podamos abrir el candado y dejarle entrar para que pueda liberarnos.

Si queremos y estamos dispuestos, Dios puede quitar las huellas de la vieja naturaleza de nuestra vida actual, pero, esto tomará tiempo y será doloroso. Dios quiere redimirnos totalmente. Él libertará a su gente de toda prisión, atadura, de cada rutina o cualquier mala costumbre.

ÁREAS DE LA VIDA EGOCÉNTRICA

(ÁREAS NO REDIMIDAS, NO RENDIDAS, NO ILUMINADAS)

  1. TENEMOS HUELLAS DE LAS CONSECUENCIAS DE LA VIEJA NATURALEZA

Una naturaleza egoísta, obstinada y rebelde con la cual  es necesario batallar.

  1. UN CORAZÓN PURO ES LA CLAVE

Todas las puertas cerradas, toda hendidura sellada; la mente, los sentidos, los motivos,  las decisiones, y los efectos deben estar consagrados a Dios.

  1. APEGÁNDOSE AL PECADO

Desafortunadamente muchos creyentes continúan manteniendo sus viejos hábitos . Estas personas aman lo que practican, y Satanás tiene ganado  terreno en sus vidas.

(Mateo 12:43-45 ) Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo halla.  Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí; y cuando llega, la halla desocupada, barrida y adornada.  Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero. Así también acontecerá a esta mala generación.

El problema es que Satanás encuentra la casa vacía. Esta es una descripción de quien quiere ser reformado moralmente sin ser lleno del Espíritu Santo. El querer reformarse sin ser habilitado por el Señor casi siempre se convierte en un fracaso.

  1. LAS DECLARACIONES TEMERARIAS E IRREFLEXIVAS INVITAN A ENTRAR AL ENEMIGO

Aseveraciones imprudentes y atrevidas, son como agitar una bandera a un toro, y Satanás viene en embestida.

(Lucas 22:31-34) Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos.  El le dijo: Señor, dispuesto estoy a ir contigo no sólo a la cárcel, sino también a la muerte.  Y él le dijo: Pedro, te digo que el gallo no cantará hoy antes que tú niegues tres veces que me conoces.

Satanás notó que había alguna puerta abierta en la vida de Pedro y lo probó en varias de sus desafiantes aseveraciones.

  1. EL AMOR A UN MAL HÁBITO

El poder de un mal hábito está usualmente en el amor que le tenemos. Hasta que una persona es cambiada en sus deseos, no alcanzará la liberación permanente. Porque las ataduras siempre regresan cuando son alimentadas.

(Filipenses 2:13) Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.

Dios es quien pone en el creyente la intención de cumplir sus propósitos.

  1. LA INDISPOSICIÓN A PERDONAR

Satanás, quien está resentido y amargado, tiene comunión con aquellos de su misma naturaleza. La amargura, la depresión y la tensión resultan de mantenerse resentidos.

(2 Corintios 2:10-11) Y al que vosotros perdonáis, yo también; porque también yo lo que he perdonado, si algo he perdonado, por vosotros lo he hecho en presencia de Cristo, que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones.

  1. LA TERQUEDAD

No podemos culpar a Satanás de todo. La terquedad y la voluntad propia son los problemas reales del hombre, no Satanás.

(Jueces 2:19) Mas acontecía que al morir el juez, ellos volvían atrás, y se corrompían más que sus padres, siguiendo a dioses ajenos para servirles, e inclinándose delante de ellos; y no se apartaban de sus obras, ni de su obstinado camino

  1. LA DESCONFIANZA

La imaginación, sospechas, celos y desconfianza son hendiduras por donde entra el ataque del enemigo.

(1 Corintios 3:3) porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?

  1. LA FALTA DE DISCIPLINA

La forma de vida indisciplinada del creyente abre el camino a los ataques del enemigo. Drogas, alcohol, cigarro, comida en exceso, vida deshonesta, desobediencia, rebeldía, pereza, etc., son señales de que no permitimos que Dios gobierne nuestro propio espíritu.

(Proverbios 16:32) Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad.

(Proverbios 25:28) Como ciudad derribada y sin muro es el hombre cuyo espíritu no tiene rienda.

  1. LA IMAGINACIÓN

Ya sea real o imaginaria podemos sufrir mucho con nuestra mente. Dios desea liberarnos de nuestras mentes naturales.

(2 Corintios 10:3-5) Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas,  derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.

  1. EL AMOR AL MUNDO

Existen muchas justificaciones pero ninguna es válida. No podemos culpar a Satanás por nuestras decisiones. La soberbia es la que nos lleva a no querer abandonar las cosas del mundo.

(2 Timoteo 4:10)Porque Demas me ha desamparado, amando este mundo.

  1. LOS MOTIVOS PERVERSOS

Muchas personas actúan disfrazados de ovejas y son unos verdaderos lobos. Algunos quieren atraer discípulos hacia sí mismos para sacar provecho. También muchas personas suponen tener un “llamado de Dios” y buscan poner su propia iglesia para obtener dinero, prestigio o poder. El egocentrismo es quien conduce a las personas a actuar de esta manera sin tomar en cuenta a Dios. Creen que pueden engañar a Dios, lo que no se dan cuenta es de sus motivos perversos

(Hechos 20:29-31) Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se evantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos.

  1. INDISPOSICIÓN A ADMITIR FALTAS

A menudo, el único camino para obtener liberación es confesar: “Tengo un problema, esto es lo que soy”. Muchos rehúsan reconocer la verdad.

(2 Timoteo 2:25-26) Que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad,   y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él

El problema no es Satanás; Dios solamente lo usa para probarnos y para ser la oposición que nos hace crecer. El verdadero problema es nuestro corazón. Satanás es usado para probarnos.

(Apocalipsis 2:10) No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida

Motivos incorrectos, rebelión, auto-lástima, ingratitud, indisposición a perdonar, dureza de corazón, leer el material incorrecto, escuchar la música incorrecta, estar en lugares incorrectos, con personas incorrectas. Todas estas cosas y muchas más, son razones por las que Satanás gana ventaja. Lo que necesitamos hacer es arrepentirnos más, y tal vez reprender menos al diablo por todo. Muchas veces es mejor encender la luz que reprender las tinieblas.

CUESTIONARIO DE EVALUACIÓN  “EGOCENTRISMO”

Esta evaluación exige un examen de conciencia. Tus respuestas tocarán cada área de tu ego. A medida que te enfrentes a ti mismo con sinceridad podrás entregar a Dios, esas áreas que solo te estorban para tu crecimiento.

Las creencias equivocadas afectan nuestros pensamientos, nuestros sentimientos y nuestra conducta. Son ideas que tenemos de nosotros mismos o de los demás que creemos que son verdaderas, pero no lo son.

  1. ¿Crees que tienes control sobre tus emociones?
  2. ¿Piensas que eres incomparable, único e insustituible?
  3. ¿Te gusta aparentar ser algo que no eres?
  4. ¿Tienes una opinión muy alta de ti mismo?
  5. ¿Ves inferiores a los demás?
  6. ¿No escuchas a los demás?
  7. ¿Tienes ideas muy grandes de ti mismo?
  8. ¿Te preocupa mucho equivocarte?
  9. ¿Eres una persona tímida?
  10. ¿Crees que sería terrible que te critiquen?
  11. ¿Buscas tener un gran nombre, título propio y gran popularidad?
  12. ¿Te gusta ser el centro de atención?
  13. ¿Utilizas palabras elevadas que la gente desconoce?
  14. ¿Tienes terribles ataques de cólera?
  15. ¿Te consideras una persona violenta?
  16. ¿Tienes falta de paz?
  17. ¿Crees que tienes mal juicio o algún desorden mental?
  18. ¿Te resientes ante la corrección?
  19. ¿Te cuesta mucho trabajo decir?: ¡Estaba equivocado, lo siento!
  20. ¿Justificas tus errores y equivocaciones?
  21. ¿Normalmente dices?: ¡Yo sé lo que hago!
  22. ¿Nunca olvidas una ofensa?
  23. ¿Te gusta que la gente que te ofendió, se humille ante ti?
  24. ¿Se te hace muy difícil perdonar?
  25. ¿Eres una persona hipersensible?
  26. ¿Eres insensible ante el dolor de otros?
  27. ¿Eres una persona rebelde e indisciplinada?
  28. ¿Te gusta ser independiente e insensible? (Ejemplo: “Yo no necesito de nadie”)
  29. ¿Eres una persona complicada?
  30. ¿Tu corazón está lleno de pleito y resistencia?
  31. ¿Te auto-engañas fácilmente?
  32. ¿Te es difícil llevarte bien con los demás?
  33. ¿Caes mucho en discusiones y debates?
  34. ¿Eres una persona obstinada o necia?
  35. ¿Te cuesta trabajo llorar ante los demás?
  36. ¿Crees que eres mejor que otros?
  37. ¿Eres fanfarrón y te jactas de tus logros?
  38. ¿Resistes lo que dice la Palabra de Dios?
  39. ¿Te crees infalible?
  40. ¿Eres presumido?
  41. ¿Eres una persona interesada?
  42. ¿Buscas tus propios intereses?
  43. ¿Has desafiado a Dios y a su voluntad en tu vida?
  44. ¿Por lo general buscas lo tuyo?
  45. ¿Tienes un sentido abrumador de tu propia importancia y grandeza?
  46. ¿Llegas tarde siempre?
  47. ¿Deseas estar a la cabeza y pasas sobre otros con tal de lograrlo?
  48. ¿Eres áspero, prepotente, cínico y vanidoso?
  49. ¿Has contestado con sinceridad este cuestionario?
  50. ¿Te sientes orgulloso de ser orgulloso?