¿QUÉ DICE LA BIBLIA ACERCA DE HALLOWEEN?

Marco A. Peralta y Correa  

Muchos cristianos preguntan acerca de lo que es el Halloween, ¿que si está mal que los niños o jóvenes, o incluso algunos adultos se disfracen y asistan a las fiestas?. Surgen muchas dudas en relación a esta celebración.

Podemos ver cómo desde principios del mes de octubre el comercio, las escuelas, las comunidades empiezan a  prepararse para celebrar ese día. Los padres compran disfraces y máscaras a sus hijos, para la comunidad infantil es una gran fiesta.

En cada centro comercial y en casi cada esquina se comienzan a ver las calabazas, colores de naranja y negro, dibujos de brujas, gatos negros, máscaras, fantasmas, etc.

Se preparan para hacer o asistir a fiestas de disfraces, se compran dulces para repartirlos, los niños se emocionan y los adultos también.

¿Sabrá la gente en realidad qué es lo que está celebrando? ¿Conocerán el origen del Halloween?

Para nosotros, como cristianos lo más importante es saber que dice la Biblia, y sin importar lo que enseña el mundo incrédulo.

La Palabra de Dios nos enseña que a pesar de que puede ser una celebración en apariencia inocente, tiene gran contenido de lo oculto. Cuando observamos sus símbolos podemos comprender el disfraz que usa el enemigo de Dios (Satanás) para contaminar el corazón y la mente de la gente que no conoce la Biblia. Algunos símbolos del Halloween son: Esqueletos, fantasmas, brujas, calaveras, muertos, momias, murciélagos, calabazas, monstruos, gatos negros, pócimas, hadas, duendes, muertos, etc., (enseñan disfrazadamente al mundo de lo oculto)

Para poder entender con claridad por qué está en contra de los principios de Dios, tendremos que revisar sus orígenes: En la antigüedad, en Egipto se tenía la idea de que las personas al morir emprendían un viaje al “más allá” donde se iban a reunir con sus antepasados y así tomar en el más allá, otro cuerpo. De esa manera cuando la persona sabía que iba a morir, preparaba y ordenaba las cosas que podía necesitar para emprender dicho viaje. Por ejemplo: su comida favorita, su ropa preferida y aún sus joyas para que, durante dicho viaje, el alma del muerto fuera feliz al reunirse eternamente con sus antepasados.

Lo que hoy conocemos como “Noche de brujas o Halloween” se celebraba hace más de 3000 años

por los celtas, un pueblo guerrero que habitaba zonas de Irlanda, Inglaterra, Escocia y Francia. Precisamente el 31 de octubre, los celtas celebraban el fin de año con el Samhain, una fiesta pagana. Con la inmigración de los pueblos europeos a Estados Unidos de Norteamérica, principalmente la de los irlandeses católicos en 1864, llegó la tradición de Halloween a esta nación. Y nuestros vecinos del norte nos compartieron dicha tradición.

Samhain era el dios de la muerte y es en estas festividades donde encontramos el origen de la celebración actual de Halloween.  Los celtas creían que el dios Samhain permitía a las almas de los muertos regresar a sus casas terrestres aquella noche, esto es que Samhain tenía autoridad sobre el mundo de los muertos y durante la noche del 31 de octubre dichas almas regresaban del más allá a visitar a sus familiares. 

Durante esa noche, los celtas se disfrazaban de una forma horrible, y en grupos iban toda la noche a pasear con los espíritus, pues creían que si se identificaban con ellos por el disfraz los confundirían con ellos y no los molestarían.

Hoy en día la gente con sus disfraces están repitiendo esas costumbres, sin saberlo, que por siglos se ha celebrado al dios de la muerte. El origen de dicha fiesta fue en honor a la muerte y sus prácticas fueron totalmente satánicas.

Es lo mismo que sucede con las costumbres adoptadas por la iglesia católica para el día de los muertos. En México se tiene la creencia que en esos días los difuntos regresan del más allá, para visitar a sus familiares que han quedado en la tierra. Del panteón a la casa se marcan senderos con pétalos de flores que indican a las ánimas el camino hasta el altar, donde disfrutarán los olores de la ofrenda.

El 2 de noviembre se invita a parientes y amigos a levantar una ofrenda a los muertos y disfrutar de la comida que se preparó para ello. Los panteones se limpian, se deshierban, las tumbas se pintan, se les ponen floreros nuevos, se adornan con cruces nuevas, velas encendidas, algunas veces además de la comida, se colocan los cigarros y el vino o aguardiente que el difunto disfrutaba en vida.

La Iglesia Católica en un esfuerzo por catequizar a los indios, adoptaron las costumbres de los pueblos paganos a través de cristianizar sus fiestas religiosas. Los orígenes de la celebración del Día de Muertos en México son anteriores a la llegada de los españoles. Hay registro de celebraciones en las etnias mexica, mayapurépecha y totonaca. Los rituales que celebran la vida de los ancestros se realizan en estas civilizaciones desde la época precolombina. Entre los pueblos prehispánicos era común la práctica de conservar los cráneos como trofeos y mostrarlos durante los rituales que simbolizaban la muerte y el renacimiento. Esta escena se practica aún en nuestros días, cuando a los muertos se les llevan flores para ser recordados.

Ahora veamos que dice la Biblia. Dios ordenó de manera estricta a Moisés que cuando entrara a la tierra de los cananeos no imitara las costumbres que esas naciones tenían.

(Deuteronomio 18:9-14) Cuando entres a la tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones. No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti. Perfecto serás delante de Jehová tu Dios. Porque estas naciones que vas a heredar, a agoreros y a adivinos oyen; mas a ti no te ha permitido esto Jehová tu Dios.

Si observamos estas prácticas, son muy semejantes a las prácticas y símbolos que se llevan a cabo en Halloween o el día de los muertos. La Palabra de Dios dice que estas prácticas son algo abominable para con Dios y prohíbe dichas prácticas:

  • Sacrificar a nuestros hijos es vestirlos o disfrazarlos de demonios, brujas o fantasmas ese día
  • Participar y dejarse influir por las costumbres del mundo  (Romanos 12:2) (Santiago 4:4)
  • Creer en supersticiones
  • Participar de la creencia que los muertos pueden venir ese día. (Invocar a los muertos)
  • Entrar al mundo de lo oculto.

¿Qué sucede la noche del 31 de Octubre?

Es considerada como la noche del año nuevo para brujos y brujería. Es una noche de invocación satánica. Esa noche ocupan una calabaza (símbolo de demonios vigilantes) con una figura grabada en la parte frontal y una vela por dentro, esto representaba un espíritu diabólico que los guiaba, llamaban “Jock” los druidas, en América se le llama “Jack” quien vive dentro de la calabaza. Es una noche de ritos e invocaciones, cultos y misas satánicas.

¿Qué debemos hacer como cristianos?

El apóstol Pablo nos da una advertencia a los cristianos para no caer en los engaños del mundo.

(Efesios 4:17-18) Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente,  teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón.

Los cristianos no podemos ceder a la presión del mundo, de la familia, de los amigos, de las escuelas, del comercio. Nuestros hijos tienen el derecho de no querer participar en lo que la escuela les indica hacer, y agradar a Dios. No tenemos que ceder a apariencia inocente.

(Hechos 5:29) Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.

Hoy en día Halloween es casi exclusivamente una fiesta secular estadounidense, y muchos mexicanos han adoptado y mezclado esa celebración como imitación del pueblo vecino. Muchos de los que celebran ese día no tienen idea de sus orígenes religiosos o herencia pagana, aunque eso no los justifica. (la influencia de películas, series de TV, parientes que viven en EU).

Los niños se visten con trajes que piensan son divertidos, caminar por el barrio en busca de dulces, y contar historias de miedo de fantasmas; mientras los adultos a menudo se involucran en actos vergonzosos de embriaguez y de libertinaje.

¿Cómo deberíamos responder los cristianos?

En primer lugar, los cristianos no debemos responder a Halloween como simples paganos supersticiosos.  Los cristianos estamos iluminados por la verdad de la Palabra de Dios. 

Los espíritus malignos no son más activos y siniestros en Halloween de lo que son en cualquier otro día del año, de hecho, cualquier día es un buen día para que Satanás ande alrededor buscando a quien devorar.  

En segundo lugar, los cristianos debemos responder a Halloween con la sabiduría de advertencia. Algunas personas temen que la actividad de los satanistas o brujas paganas, les afecte, pero los hechos reales de los instrumentos satánicos asociada a la delincuencia son muy bajos.  La verdadera amenaza es el día de Halloween de los problemas sociales que asisten a la conducta pecaminosa: (hay conductores  ebrios, bromistas y vándalos, y los niños sin supervisión).

Al igual que cualquier otro día del año, los cristianos debemos tener cuidado como mayordomos sabios de las posesiones de Dios y protectores de nuestras familias.  Los jóvenes cristianos deben permanecer lejos de las fiestas de Halloween seculares ya que esos son criaderos de problemas.  Los padres cristianos pueden proteger a sus hijos manteniéndolos bien supervisados y restringir los permisos para esos eventos.

En tercer lugar, los cristianos debemos responder a Halloween con compasión.  Los incrédulos, que rechazan a Cristo y sus mandatos viven en perpetuo temor de la muerte. Los cristianos debemos usar el día de Halloween y todo lo que trae a la imaginación,  la muerte, la superstición, las expresiones de libertinaje, como una oportunidad para involucrar al mundo incrédulo con el evangelio de Jesucristo.

Los cristianos debemos tomar tiempo para ayudar a las conciencias de los amigos y la familia con la verdad bíblica con respecto a Dios, la Biblia, el pecado, Cristo, el juicio futuro y la esperanza de la vida eterna en Cristo Jesús para el pecador arrepentido. Hay varias maneras diferentes en que los cristianos podemos ayudar a la evangelización en Halloween. 

Algunos  podemos adoptar un «no participación» de las políticas de Halloween.  Como padres cristianos, no queremos que nuestros hijos participen en actividades que los comprometan espiritualmente, como:  escuchar historias de fantasmas e imágenes para colorear de brujas. No queremos que nuestros hijos se vistan con trajes o disfraces de ese día, o incluso asistir a fiestas de Halloween.

También es importante que los padres expliquen su posición a sus hijos y prepararlos para enfrentar la burla o el ridículo de sus compañeros y la desaprobación o el desprecio de sus maestros. Y que los hijos tengan en sus corazones el deseo de obedecer y agradar a Dios antes que a sí mismos por temor al rechazo.

Algunos creyentes (sobre todo en EU) optan por otras alternativas en Halloween, denominadas «Festivales de la cosecha» o «Festivales de la Reforma»; los niños se visten como campesinos, personajes bíblicos, o héroes de la Reforma.

Esas parecen ser buenas alternativas, aunque quizás no son tan buenas.  Algunas iglesias están tratando de evangelizar  asustando a los jóvenes.  Proyectan películas o videos sobre el pecado, los peligros de las fiestas, la posesión demoníaca, y otras tragedias. Estos métodos son inapropiados pues sus mentes incrédulas ya están llenas de tales imágenes, y eso no glorifica a Dios. 

Lo que hay que mostrar, es una vida verdaderamente transformada por el poder de Dios, y lo que necesitan saber, es la verdad de Dios en una correcta presentación del evangelio.  Artimañas baratas son indignas de los embajadores de Cristo.

Hay otra opción abierta a los cristianos, todo lo que puede ofrecer una oportunidad única de compartir el evangelio con los vecinos.  Incluso repartiendo caramelos a los niños de la vecindad, eso puede ayudar en tu testimonio entre los niños. Algunos padres cristianos, permiten a sus hijos que usen disfraces, mientras que los trajes sean inocentes  y el comportamiento no deshonre  a Cristo. (no brujas, esqueletos, muertos, vampiros)

En última instancia, la participación del cristiano en el Halloween es una cuestión de conciencia delante de Dios. Debemos honrar a Dios, mantenernos separados del mundo y mostrando misericordia a los que se pierden.

Este puede ser un buen momento del año para poder compartir la Palabra de Dios, hablar del amor de Dios, de su misericordia y su gracia abundante.