El alcohol etílico  es el que se usa para todas las bebidas, y  está considerado por la ciencia como un veneno para el organismo humano. Contiene una sustancia (acetaldehído) que envenena  todo el organismo y produce una reacción interna de tipo alergia. Afecta en especial al funcionamiento normal del cerebro y el hígado.

El enemigo conoce nuestros antecedentes y sabe que por ese camino, si alguien viene arrastrando una carga generacional por alcoholismo, esta persona tendrá una predisposición genética para convertirse en alcohólico.

El disparador  utilizado por el diablo para que esta maldición se pueda desarrollar, es el alcohol: Uso + Hábito + Abuso + Adicción= ALCOHOLISMO

Satanás ha utilizado este medio durante toda la historia de la humanidad para destruir personas y familias.

El alcoholismo es actualmente el pecado más usado por el enemigo de Dios para tomar cautivos.

El apóstol Pablo dice que el alcoholismo causa “disolución”

(Efesios 5:18) No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución

Disolución proviene del término griego asotía, desenfreno, libertinaje.

El apóstol quiere decir con eso que el pecado de embriaguez impide alcanzar la salvación. Que existe una barrera que separa al cautivo por alcoholismo para llegar a ella.

Otras versiones traducen esta palabra como: “disipación”, otras como “desenfreno”; Beck utiliza la expresión “vivir desordenado”. J.B. Phillips hace una de las mejores traducciones funcionales de este versículo: “no os estimuléis con vino” (porque siempre corres el riesgo de beber demasiado).

Según el apóstol Pablo, debemos estimularnos del Espíritu Santo.

(Efesios 5:18-20) No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu,  hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo

Aunque muchos cristianos, seguramente bien intencionados, no consideran al alcoholismo como una enfermedad, la ciencia médica, así como la “Organización Mundial de la Salud”, si lo determinan como una enfermedad pues, hay una gran diferencia entre un borracho que no quiere dejar de beber, pero sí puede, y  el alcohólico que quiere dejar de beber, pero no puede.

Muchos argumentan que no es enfermedad, que es pecado. La enfermedad efectivamente fue producto del pecado (y continúa siéndolo), pero el pecado condujo a la enfermedad, es como el caso de una persona que tiene carga genética para la diabetes, y se vuelve glotón de dulces y grasas, es un pecador que terminará siendo diabético. El pecado lo llevó a la enfermedad, igual que al borracho, por pecador lo condujo a la enfermedad del alcoholismo.

El abuso se convierte en una enfermedad, una necesidad en la vida, provoca dependencia conductual (de la conducta), tolerancia bioquímica (THIQ), esta sustancia al desarrollarse a nivel cerebral inhibe la función del acetaldehído, produciendo gran tolerancia al alcohol,  y además a nivel cerebro, una neuro-adaptación (las células del cerebro se adaptan al alcohol), y demandan su ingesta tanto de manera física con señales de supresión al dejar el alcohol súbitamente y por medio de obsesión por seguir bebiendo.

Otro de los efectos estudiados de esta sustancia son sus efectos adictivos en personas que padecen alcoholismo. Se sabe que cuando ingerimos alcohol nuestro cuerpo lo convierte primero en acetaldehído el cuál reacciona químicamente con los neurotransmisores produciendo THIQ. En función del neurotransmisor con que se combine se pueden formar diferentes tipos de THIQs.

Estudios realizados en monos y ratas de laboratorio, a los que les inyectaba THIQ en el cerebro, demostraban que éstos desarrollaban un apetito intenso por el alcohol, aun a pesar de que antes de haberles inyectado nada, rechazaban el alcohol, prefiriendo el agua.

Cuando el bebedor cae en abuso, el THIQ se adueña y se forma la dependencia física y la obsesión por beber. La persona vive  para beber y su mundo gira alrededor del alcohol.

Cuando el bebedor adulto normal consume alcohol, este es eliminado rápidamente, a razón de un trago por hora. En primer lugar el cuerpo convierte el alcohol en algo llamado acetaldehído. Este producto es muy tóxico, y si fuera acumulado dentro de nosotros terminaríamos violentamente enfermos, y de hecho podríamos morir. Pero la por la gracia de Dios, la naturaleza ayuda a que el bebedor se deshaga del acetaldehído muy rápidamente, de una manera eficiente: se transforma en ácido acético, que conocemos como el vinagre, y luego cambia un par de veces más, en dióxido de carbono y agua, y así es felizmente eliminadas por los riñones y los pulmones. Eso es lo que ocurre con los bebedores normales.

THIQ se fabrica en el mismo cerebro, y solo se produce en el cerebro del bebedor alcohólico, no sucede en el cerebro del bebedor social normal de alcohol.

Tristemente, muchos cristianos que fueron alcohólicos han querido creer que el alcoholismo no es una enfermedad, y se han dado permiso de beber “según ellos” con moderación, y viven engañados y enojados por no poder embriagarse como ellos desearían, sufren y se engañan porque han creído que no necesitan del alcohol, sin embargo, lo siguen tomando con discreción y a veces, cuando están solos sin discreción.

Embriaguez quiere decir borrachera. Enajenamiento del ánimo, exaltación. El primer efecto que provoca el alcohol es la excitación del ánimo, es la euforia momentánea y después viene la desinhibición y al final la borrachera y al final la somnolencia.

Haciendo referencia al culto heleno de Dionisio en la mitología, nombre griego del dios al que los romanos llamaron “Baco” que era el “dios del vino”.

Hijo del padre de los dioses, Zeus. Dice la mitología que en el monte Niza descubrió la vid y a partir de ese día utilizó su fruto (el vino) para conseguir la realización de todos sus deseos. En cierta ocasión enloqueció (delirium tremens) siendo liberado por la diosa Cibeles “hija del cielo y de la tierra”. Dionisio enseñó la vinicultura por doquier, extendió su culto por todo el mundo y se sentó con los Olimpos (residencia de los dioses) en el lugar que ya tenía reservado.

Se considera que el vino es un espíritu de la vegetación, de la savia de las plantas y del jugo de los frutos. Su propuesta es que al aspirar el éxtasis logre poseer a su presa (dependencia física y mental).

El vino es un instrumento de Satanás que busca dejar cautiva a quien depende de él, pues sabemos que anda como león rugiente viendo a ver quién se deja devorar.

(1 Pedro 5:8) Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar

Cuando nos enfrentamos al alcohol (o cualquier otra droga), no estamos haciéndolo meramente a un tóxico, a un veneno, a un sedante del Sistema Nervioso Central, a un estimulador de las tendencias reprimidas más profundas, sino a un dios fraudulento que ofrece a los seres humanos inspiración, felicidad, realización hedonística (placer) y mística, a cambio de que le rindan culto y le ofrezcan en holocausto sus propias vidas.

Este dios era demasiado conocido para los cristianos de Éfeso, Sus ceremonias de adoración terminaban en fiestas de embriaguez con las consabidas orgías.

La persona alcohólica además de tener graves problemas de adicción, tiene otras características de deformación en su personalidad como: Inmadurez emocional, tendencia a crear dependencias emocionales, endeblez, angustia existencial, mitomanía, tendencia a manipular, incapacidad para asimilar experiencias negativas por la carencia de Beta-lidotropina (sustancia que permite recordar eventos penosos), incapacidad para tolerar la frustración, inconformidad existencial, tendencia a la evasión, soberbia, y un alto grado de egocentrismo y egoísmo.

En la Escritura, las borracheras y la inmoralidad aparecen juntas a menudo.

Noé terminó maldiciendo a su hijo Cam y a su nieto Canaán por causa del alcohol.

(Génesis 9:20-21) Después comenzó Noé a labrar la tierra, y plantó una viña; y bebió del vino, y se embriagó, y estaba descubierto en medio de su tienda

Tenemos como ejemplo a Lot quien cayó en pecado de incesto con sus hijas por causa del alcohol.

(Génesis 19:30-33)Pero Lot subió de Zoar y moró en el monte, y sus dos hijas con él; porque tuvo miedo de quedarse en Zoar, y habitó en una cueva él y sus dos hijas.  Entonces la mayor dijo a la menor: Nuestro padre es viejo, y no queda varón en la tierra que entre a nosotras conforme a la costumbre de toda la tierra.  Ven, demos a beber vino a nuestro padre, y durmamos con él, y conservaremos de nuestro padre descendencia.  Y dieron a beber vino a su padre aquella noche, y entró la mayor, y durmió con su padre; mas él no sintió cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó

Lot debe haber tenido gran tolerancia al alcohol para no tener conciencia de su pecado.

Existe otra palabra: komos, orgía juerga, parranda, que es una compañera natural de la borrachera.   

(Gálatas 5:21)Envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios

Se refiere a las conductas revoltosas, escandalosas y desenfrenadas. La palabra clave es quienes practican, esta palabra describe una acción continua y habitual.

(Romanos 13:13) Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidias

Las borracheras son un rasgo característico de la vida pagana

(1 Pedro 4:3) Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles,

andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación y abominables

idolatrías

Un ejemplo concreto de lo que significa ser “amadores de los deleites más que de Dios”

(2 Timoteo 3:4) traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios.

La borrachera, con la consecuencia lógica de pérdida de autocontrol e inmoralidad atraen a los problemas. Las orgías eran llamadas las fiestas solemnes de Baco, entre los antiguos.

Era un festín en donde se comía y se bebía sin moderación, cometiendo toda clase de excesos.

También se considera como el desenfreno en la satisfacción de apetitos y pasiones.

Actualmente podemos considerar que en los llamados “antros” o “cantinas” se cometen todas estos desenfrenos.

Tanto las borracheras y orgías, son pecados cometidos en la esfera del cuerpo al igual que los pecados sexuales por lo que estas obras de la carne son vicios espirituales que invitan directamente a los demonios a lastimar nuestra vida.

El proceso del adicto para volverse alcohólico es muy parecido generalmente, comienza con la primera etapa, el uso del alcohol, empieza por probar y ver qué tal le cae, después se hace hábito, cada fin de semana, y ahí comienza el diablo a intervenir, llegarán momentos en que venga el vértigo y deseos de vomitar después de haber bebido mucho, y después de esa etapa de abuso, vendrá la etapa de resistencia o tolerancia (puede beber una botella y no llega la náusea ni el vértigo) en esa etapa ya comenzó el alcoholismo, dejó de ser borrachera para convertirse en adicción.

¿Qué necesita el alcohólico para dejar de beber? De acuerdo a mi experiencia solo existen dos caminos:

  1. El camino de Dios
  2. Ayuda externa por medio de grupos de ayuda como AA.

Una persona que le entrega su vida a Dios verdaderamente, será transformado por el Espíritu Santo y llevado a santidad. Puede volver a caer, pero el Espíritu Santo lo llevará a arrepentirse y no volver a beber.

Quien cree haber entregado su vida a Cristo, pero solo fue de manera emocional, no podrá solo contra el alcohol, y tendrá la necesidad de ser ayudado por los grupos de ayuda.

El verdadero cristiano, el que fue escogido por Dios, repudiará el alcohol, lo odiará por haberse dado cuenta que fue su peor enemigo.

Lo primero que debe enfrentar el alcohólico es seguir estos pasos:

  1. Admitir que es alcohólico. Dejar las excusas y reconocer que tiene problemas con la bebida.
  2. El convencimiento. Entender que está metido en gran lío, darse cuenta de que su vida ha estado llena de orgullo, rebeldía, desafío a Dios.
  3. La decisión. Significa poder empezar una nueva vida con la ayuda de Dios. Es entregarse completamente en sus manos y a través de su gracia, recibir la ayuda.
  4. Confesión. La mejor manera de acabar con la soberbia es confesar las equivocaciones y pecados. Aprender a verse sin hipocresía ni disfraces.
  5. Disposición. Estar condicionados para que Dios tome el mando de su vida, entregarse a que se haga la voluntad de Dios.
  6. Humildad. Esta virtud es la llave para poder crecer y dejar que el Espíritu Santo lo lleve a madurar.
  7. Fortaleza. Si continúa caminando en el Espíritu y en la verdad, el Señor lo mantendrá a salvo.
  8. Servicio. Ayudar en la iglesia es parte del agradecimiento que tiene para con Dios, y eso le arropará para servir con excelencia a quien le hizo libre.

CUESTIONARIO:

  1. ¿Crees tener templanza o dominio propio?
  2. ¿Consideras haber caído en excesos con el alcohol?
  3. ¿Llegaste a consumir algunas drogas?
  4. ¿Has pensado por qué lo hiciste? ¿Qué buscabas?
  5. ¿Crees que eres alcohólico (a)? ¿o solo bebedor fuerte?
  6. ¿Caíste en libertinaje?
  7. ¿Fuiste partícipe en alguna orgía?
  8. ¿Te reflejaste con la personalidad alcohólica?
  9. ¿Crees haber vivido sin freno?
  10. ¿Crees que puedas volver a beber con moderación algún día?

Si te diste cuenta que eres alcohólico, lo más conveniente es que busques ayuda en consejería para poder resolver tú problema